El Populismo



EL POPULISMO EN AMÉRICA LATINA


El populismo es un conjunto de doctrinas políticas que se dicen defensoras del pueblo, así mismo es un término político usado para designar a la corriente ideológica que sostiene la reivindicación del rol del Estado como defensor de los intereses del pueblo a través del estatismo, el intervencionismo y la seguridad social.
El Populismo es un estilo de gobernar más que una ideología política. Por esta razón, es difícil identificar un vínculo entre una posición política en particular y el populismo. Sin embargo, es posible establecer una serie de factores que caracterizan la mayoría de gobiernos populistas.
Por lo general, el populismo nace de un líder carismático que es percibido como parte del pueblo, y que como parte de este, entiende sus problemas y dificultades. Usualmente, los líderes populistas explotan el sentimiento de opresión de las masas y las injusticias sociales para movilizar tanta gente como puedan, muchas veces en contra de los intereses de las elites sociales o políticas. Los líderes populistas se mantienen en el poder precisamente por medio de su popularidad, y por esto, es necesario para ellos implementar políticas que favorezcan al pueblo, lo cual muchas veces significa poner a un lado las leyes y normas de la constitución. Muchas veces esto se ve reflejado en la nacionalización de compañías extranjeras, o la decisión de no pagar la deuda externa. Usualmente, las corporaciones y las elites económicas tienden a ser las más afectadas por las políticas populistas, puesto que el líder acude a ellas para crear antagonismos sociales que favorezcan su posición. Así, el líder es percibido como el defensor del pueblo contra los intereses voraces de las corporaciones y las clases altas.

1. Significación del populismo

Sentido positivo

En un sentido positivo se define al populismo como el sistema en el que el poder recae más sobre el pueblo que en sí mismo, es decir que el populismo lo que busca es una especie de proto-democratización y un anti-elitismo, tratando de favorecer a la clase media y baja de la sociedad, tratando de cortar los privilegios de las clases dominantes. El populismo rescata las ideas políticas de la cultura autóctona si caer en el nacionalismo y se opone al imperialismo. Ejemplos de este populismo tenemos al populismo ruso, americano del siglo XIX, el cantonalismo español, el agrarismo mexicano, los carbonarios italianos.

Sentido negativo

En un sentido negativo es el “uso de medidas de gobierno populares”, destinadas a ganar la simpatía del pueblo y que a pesar de tener características anti-institucionales, su objetivo primordial no es el de transformar profundamente las estructuras y relaciones sociales, económicas y políticas sino que su interés es el de preservarse en el poder a través de la popularidad.
Los discursos oficiales de estos regímenes y movimientos deben ser digeribles y del buen agrado de la población en general por lo que no apelan a ideologías definidas e incluso pueden tener tintes más o menos conservadores y hasta reaccionarios, pero siempre carismáticos. Se diferencia de la demagogia porque se refiere no sólo a discursos, sino también a acciones. Así, se la puede entender como una táctica de uso limitado, o bien como una forma permanente de hacer política y permanecer en el poder.
El populismo no aboga por ideologías precisas o por la concientización y el debate o consenso de tesis políticas o económicas claras sino que aboga por los sentimientos de aceptación masiva de un grupo en el poder y de una ideologización superficial pero intensiva. Por lo cual el populismo no es de "izquierda" o de "derecha", puesto que es una práctica del grupo en el poder y no un movimiento ideológico propiamente dicho.

2. El populismo en América

Latinoamérica ha proporcionado un ambiente particularmente adepto para el populismo. El Ecuador tuvo a José María Velasco Ibarra, México tuvo a Lázaro Cárdenas, y Perú a Víctor Raúl Haya de la Torre. El caso más obvio, sin embargo, es el del General Juan Perón en Argentina, quien presidió su país en 1946, 1951, y de nuevo en 1973. Históricamente, pocos líderes han logrado movilizar a las masas como lo hizo Perón
En el caso Colombiano también es posible identificar una figura central en la historia del populismo. Jorge Eliécer Gaitán continúa siendo uno de los líderes más carismáticos que ha tenido Colombia. Su fuerte condena a la oligarquía Colombiana y su interés por el bienestar del pueblo lo llevó a convertirse en la figura política más popular de su tiempo. Su capacidad oratoria lo llevó a los palcos más concurridos de Bogotá, y pronto, se ganó la lealtad del pueblo. Irónicamente, fue su muerte la que logró movilizar al pueblo colombiano de una manera decisiva.
Más recientemente, se ha podido apreciar un nuevo fenómeno dentro del populismo Latinoamericano. Históricamente, los líderes populistas del continente siempre han mostrado una afinidad por políticas izquierdistas; sin embrago, más recientemente han aparecido líderes populistas que han implementado políticas inconfundiblemente de derecha, particularmente en al área económica. Aunque existen muchas opiniones variadas al respecto, varios analistas políticos han llamado este fenómeno Neo-populismo. Aunque el estilo continúa siendo el mismo, lo que diferencia un líder neo-populista de un líder populista es su política económica. El caso más claro de este fenómeno es Carlos Menem en Argentina, quien tras asumir el poder a través de métodos populistas, implementó una serie de políticas neoliberales.

Argentina: El peronismo (1946 - 1975)

Antecedentes

El Movimiento Nacional Justicialista o peronismo es un movimiento de masas argentino creado alrededor de la figura de Juan Domingo Perón que protagonizó los últimos 60 años de la historia de Argentina. El nombre formal del partido es Partido Justicialista.
El peronismo surge posterior al golpe de estado en 1943 por un grupo de oficiales encabezado por Arturo Rawson, luego Rawson fue obligado a dimitir y la presidencia fue asumida por el Gral. Pedro Pablo Ramírez; luego debido al temor de declarar la guerra a Alemania, un grupo que se denominaban GOU (Grupo de Oficiales Unidos) derroco al presidente, este grupo militar lo que buscaba era restablecer la moral y disciplina del ejército, se declaraba contrario al comunismo, y se oponían a la participación de Argentina en la Segunda Guerra Mundial.
Con el nuevo presidente Farell, Juan Domingo Perón fue convirtiéndose en el hombre fuerte al ejercer de manera simultánea los cargos de Vicepresidente, Secretario de Guerra y Secretario de Trabajo y debido al poder que iba teniendo el Presidente Farell lo destituyó, en su mensaje de despedida, instó a los trabajadores a defender las conquistas sociales logradas, debido a esto, los opositores de Perón obligaron al presidente Farell para que dispusiera su arresto, pero el 17 de octubre una manifestación de trabajadores logró que se liberara a Perón.
Pasada su liberación Perón comienza su campaña electoral como candidato del Partido Laborista, en dichas elecciones salió ganador Juan Domingo Perón con el 55% de los votos. Tras asumir el poder Perón rápidamente va consolidando su poder y dispone la disolución de los partidos que lo llevaron al poder, esta disolución trajo como consecuencia diferentes enfrentamientos políticos, el gobierno peronista fue duro con la oposición política y sindical encarcelando a sus principales líderes.
Para las elecciones de renovación, propuso realizar las elecciones con anticipación, esto con el motivo de evitar que la oposición se organizara, así mismo prohibió las alianzas o coaliciones y los partidos que no se presentasen quedarían disueltos. La oposición no tuvo acceso a las radios, que sí utilizaba el oficialismo. El día antes de los comicios se levantó el estado de guerra interno que regía desde meses antes. Perón, habilitado por la reforma constitucional de 1949, se presentó acompañado nuevamente por Hortensio Quijano y ganó las elecciones.

Ideología

Los peronistas más genuinos sienten que no son un partido político, título que en el fondo rechazan de plano. Constituyen un movimiento, son creadores y partícipes de algo así como una cruzada redentora cuyos objetivos más gloriosos están simbolizados en las tres grandilocuentes frases que forman el alma de su ideario político: Soberanía Política, Independencia Económica, Justicia Social. Para ganar popularidad adopta el modelo de comunicación directa entre el líder y las masas, la figura de Evita Perón es importante que cumple el rol de intermediaria entre el conductor y el pueblo.

Influencia del peronismo

Desde sus orígenes el peronismo estuvo fuertemente relacionado con la cultura popular en Argentina, partiendo de la propia Eva Perón, actriz con cierto éxito. Tuvo la adhesión de intelectuales, de músicos, compositores y deportistas, y juristas, médicos y profesionales.
También supo utilizar con éxito los medios masivos como la radio o la televisión para su propaganda política y, en una acción muy criticada por las clases medias, incluyó esa propaganda en los libros escolares de enseñanza básica destinados a niños de los estamentos educativos inferiores. La televisión en Argentina se inició el 17 de octubre de 1951 con la transmisión del acto del Día de la Lealtad Peronista en la Plaza de Mayo.
En cuanto a la prensa escrita, varios medios opositores soportaron atentados o fueron confiscados, expropiados y entregados a sectores afines.
Durante los dos primeros mandatos presidenciales de Perón, el cine argentino tuvo un importante desarrollo y difusión a nivel hispanoamericano, generando obras como Las aguas bajan turbias de Hugo del Carril.

Brasil: El varguismo

Historia

En Brasil el Varguismo, es un período histórico donde Getulio Vargas fue la personalidad dominante de la política brasileña durante casi 25 años. Reformista y nacionalista, marcó una ruptura total con la acción de los que le precedieron. Su gobierno tiene ciertas similitudes con el peronismo argentino.
A inicios del S. XX la economía latinoamericana estaba basada en la exportación de materias primas, en el caso del Brasil basa su economía en el modelo agro exportador que depende principalmente del cultivo de café, producto que desde finales del siglo XIX constituyó la base de su economía.
Debido a esto se crea una clase dominante, oligarquía cafetera que era la clase gobernante del país, a la par de ellos en el estado de Minas Gerais había otro grupo que ejercía cierto poder político y que su fuerza estaba basada en la ganadería.
En la contienda de marzo de 1930 salió ganador Julio Prestes aunque nunca tomó posesión del cargo sino que quien siguió gobernando fue Washington Luís Pereira, no obstante Getulio Vargas fundador de la Alianza Liberal contaba con el apoyo de muchos líderes militares y políticos y lidero una revuelta en contra del gobierno en octubre, después de tres semanas de cruentas escaramuzas demitió el presidente y Vargas asumió el poder absoluto como presidente provisorio. En poco tiempo el varguismo se consolidó como un movimiento que contaba con la adhesión de las clases medias y de los sectores capitalistas interesados en la industrialización. Vargas también intentó incorporar a las masas, aunque no impulsó la organización obrera autónoma, al contrario los sindicatos socialistas y comunistas existentes fueron perseguidos y se impuso la sindicalización oficial.
Durante los primeros años Vargas fue acosado por intereses contrapuestos y rivalidades regionales y tuvo que enfrentar numerosos intentos de golpe militares, rebeliones de terratenientes paulistas y una sublevación encabezada por el dirigente comunista Luis Prestes. Frente a la inestabilidad política y para consolidar su autoridad, en 1937 Getulio Vargas, apoyado por sectores militares, dio un “autogolpe”, prorrogando su mandato, que vencía el año siguiente, e impuso una nueva organización estatal, a la que llamó “Estado Novo”. Los partidos políticos fueron disueltos y la actividad sindical autónoma prohibida por decreto. Sin embargo la orientación nacionalista de su política económica proporcionó a la gestión de Vargas un gran apoyo popular.
Entre 1937 y 1945, durante el Estado Novo, Getulio Vargas dio continuidad a la reestructuración del estado y profesionalización del servicio público, se orientó cada vez más en la intervención estatal en la economía y en el nacionalismo económico, provocó un fuerte impulso en la industrialización. Adoptó la centralización administrativa como marca para crear una burocracia de estado fuerte, hasta entonces inexistente.
En 1945 Vargas fue derrocado por un golpe de Estado encabezado por el Gral. Dutra y apoyado por los sectores terratenientes más poderosos. En los años siguientes, el prestigio popular del ex presidente se incrementó y ganó las elecciones de 1950. Durante su segundo gobierno, Vargas intentó profundizar las medidas nacionalistas, aunque sin atacar las bases del poder oligárquico y manteniendo el control de la participación política de los sectores populares.

Estrategia

La revolución brasileña es entendida, primero, como el proceso de modernización de las estructuras económicas del país, principalmente a través de la industrialización, proceso que está acompañado de una tendencia creciente de participación de las masas en la vida política. Identificada así con el propio desarrollo económico, la revolución brasileña comenzaría en el movimiento de 1930, extendiéndose sin interrupción hasta el golpe de abril de 1954. Paralelamente, y en la medida en que los factores primarios del subdesarrollo brasileño son la vinculación al imperialismo y a la estructura agraria (que muchos consideran semi feudal) el contenido de la revolución brasileña sería antiimperialista y anti feudal.
El "Estado Nacional" de Vargas concilia a las burguesías nacionales y su gran triunfo fue neutralizar a los "Barones del Café" paulistas, luego de haberlos derrotado militarmente en 1932, les perdona el 50% de sus deudas, logrando atraerlos. Para 1945 muchos "Barones Cafeteros" se habían asimilado a la política industrial de Vargas.
Esta tentativa de hacer una nueva fase política se expresa en tres puntos principales:
  1. Una legislación social que comprendiera la asistencia médica y las pensiones a los trabajadores, esto con el fin de ganarse a la clase proletaria.
  2. La doctrina para justificar este sistema era el “Trabalhismo”, se da el fenómeno de la “cuadratura sindical” con el que se organizan los sindicatos desde el ministerio de Trabajo, con una forma de relación vertical, donde no había relaciones paralelas entre ellas.



La conformación del partido Trabalhista basado en la coalición de los sindicatos dominados por el gobierno.



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